Si en mis manos estuviera como un trozo de arcilla

Hacer que el mundo se fuera acercando a maravilla

Moldearía un mundito con todas las de la ley  

Sin pajaritos fritos sin trabajos de buey

 

 

 

 

Un terreno de juego sin público sólo con jugadores

Una escuela no de maestros sino de aprendedores

Unas fábricas no de patrones sino de trabajadores

Sin burdeles ni garitos ni cárceles de atracadores

 

 

Un lugar donde todos tomados de las manos

Recordemos los modos de cuando niños jugábamos

A la ronda de espera para saber si estaba el lobo

 

 

Pero en esa otra tierra libres ya de estos ogros

Rondaríamos con una risa tierna y larga

Pues en un mundo sin miedo ya no hay lobo que valga.