«Si no vives para servir, no sirves para vivir»
es el lema de los blogs de Julio Carmona
(editados con la colaboración de Juan Víctor Alfaro):
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El jueves pasado han visitado Bengasi y Trípoli los jefes de gobierno de Inglaterra y Francia, Cameron y Sarkozy. Han ido en pos de negocios, mientras sus países están sumidos en una crisis económica de la que no saldrán, pues ella es inherente a la naturaleza del capitalismo. Sabemos del cinismo y la doble moral del imperialismo en todos los aspectos de su actividad, sea esta económica, militar, diplomática o cualquier otra; pero esta “visita” a Libia, de los mandatarios citados, revuelve de indignación a millones de personas en el mundo. En Trípoli Sarkozy ha dicho, en medio de sus 150 matones que lo protegían: “esta revolución ha sido vuestra, sólo vuestra” y por su parte el inglés Cameron, sin olvidar que su imperio fue el paradigma de las potencias colonialistas, “es grandioso estar en una Libia libre”. Todo el mundo sabe, los de la OTAN misma no lo niegan, la caída de Gadafi ha sido obra de los bombardeos, de las más de 20.000 incursiones aéreas y que continúan contra los resistentes en Sirte. Los rebeldes fueron armados y entrenados por militares de la OTAN y asesorados por éstos en el campo mismo de batalla. El reconocimiento del llamado gobierno provisional de “transición” es una de las peores muestras de la prepotencia imperial. Bajo presión unos 40 países han proporcionado el reconocimiento y han apoyado el uso de los fondos del pueblo Libio depositados en el exterior.


En fin, es imposible eludir antecedentes de la conducta de los países capitalistas desarrollados, cuando querían hacer negocios con el ahora abominado y perseguido dictador. Gastaron miles y miles de euros acondicionando los terrenos en los que el beduino instalaba su jaima (carpa). España que hizo de Gadafi socio de REPSOL, en 2008 le vendió 800 millones de dólares en armas. Ya no mencionamos a Francia, Inglaterra y los EUA; todos se hicieron socios del “cruel dictador”, cuando este aflojó sus posiciones iniciales de la Revolución verde, que dio al pueblo Libio el más alto nivel de vida de África, rescatando su petróleo. Lo traicionaron quienes recibieron dinero para sus campañas electorales, Sarkozy, Berlusconi. Y no faltan los peones libios al servicio de los monopolios. Un tal Abdel Yalil, les ha dicho a los conquistadores: “sabremos agradecer sus esfuerzos y tendrán prioridad dentro del marco de preferencias”; preferencias petroleras, está claro.

Mientras tanto la crisis sigue azotando a los trabajadores. En Grecia el paro llega al 16,3%  En España necesitan 2,2 millones de puestos y siguen botando gente a la calle; como en Portugal que reduce 27% de los cargos públicos para ahorrar 100 millones de euros. No le servirán de nada. En Suiza se esfumó el ahorro que tenían por haber reducido 3.500 puestos de la Unión Bancaria Suiza (UBS) por la especulación del joven experto, Kiveku Adoboli, que les ha hecho perder 2.000 millones de dólares. El experto está preso pero ya ha declarado que lo hizo instigado por sus jefes. ¡Oh Suiza! la de los depósitos secretos de los dictadores y estafadores de todo el mundo. En suma: esto es el capitalismo/imperialismo: guerras, expansión, usurpación y, en todo, inmoralidad.