Vale más canción humilde que sinfonía sin fe. J.C.

Que hipocampos enamorados descuarticen el horror
Que bandadas de jacintos acuchillen la indiferencia
Que Orfeo guíe a Arcadia a libaneses y palestinos
Que Eurídice queme infiernos y funde la alegría
Que la paz se acune en partituras de Gounoud
Que huérfanos saciados impongan la justicia
Y sirocos enfurecidos asesinen la crueldad
Para donarnos con hambre de lluvia
Y repatriarnos en brumas de luz

Cristina Castello,
Argentina