ALFREDO BRYCE RENUNCIA

(A seguir escribiendo en El Comercio tras revelarse nuevos casos de supuesto plagio que él habría cometido.)

Lima, 23 de marzo del 2007

Señor Director:
El recuadro publicado el día de hoy por el diario El Comercio es para mí simplemente inaceptable, ya que anteriormente yo había enviado un buen ejemplo de la manipulación a que están siendo sometidos mis artículos, de un tiempo a esta parte. Adjunté como prueba de ello, incluso, un artículo mío publicado con otro nombre en una publicación mexicana. Por otra parte, en las disculpas que he presentado al embajador Oswaldo de Rivero y a mis lectores, asumo con gran pena el error cometido en el envío de mis textos por mi secretaria y en mi falta de control al hacerse esos envíos, pero no asumo absolutamente nada más.
Sin embargo, el recuadro publicado ayer por el diario El Comercio me ha hecho cambiar cien por ciento de opinión: abandono mis colaboraciones con el diario El Comercio, entre otras cosas, porque como decía Orson Welles, el periodismo es un oficio en el que «hay muchas ostras, pero muy pocas perlas». Y en cuanto a las disculpas que les debería a mis lectores, prefiero utilizar solo unas palabras de León Tolstói y prometerles que «la próxima vez fracasaré mucho mejor«.

Alfredo Bryce Echenique

DNI 10840749

Comentario de El Comercio:

Lamentamos que el escritor Alfredo Bryce Echenique, a quien El Comercio invitó a colaborar en su plana de Grandes Firmas, y con quien hemos mantenido hasta hoy una fraterna relación, no haya comprendido nuestra preocupación por sus declaraciones a Perú.21 en el sentido de que no sabía cómo habían llegado a El Comercio algunos artículos suyos que eran copia fiel de otros autores publicados en el exterior. Nos correspondió entonces aclarar que habían llegado de la misma manera como llegaron todas sus colaboraciones, sin manipulaciones de nuestra parte y sin dudas de que se trataba de contenidos fieles al autor, es decir a Bryce.
Igualmente ha considerado inaceptable que usáramos la palabra plagio en relación al artículo del embajador Oswaldo de Rivero cuando ello en efecto sucedió, a causa, según el propio Bryce, del envío equivocado de su secretaria, argumento que nosotros recogimos y publicamos en su momento. No podrá negar nuestro ex colaborador que en este incidente de plagio (que aunque se deba a su secretaria no deja de ser lo que es) estaba en juego su responsabilidad y también la nuestra frente a nuestros lectores. ¿Por qué no tendríamos derecho a reclamársela? En carta anterior publicada en El Comercio él ha sido crudo consigo mismo al juzgar el procedimiento de envío de sus artículos. Precisamente a propósito de ello habíamos llegado al entendimiento de que después de su próxima colaboración, que anunció sería sobre las elecciones en Francia (que ya no publicaremos), él iba a tomarse algunos meses en Barcelona para hacer un control riguroso de dicho procedimiento, y evitar las manipulaciones futuras de sus artículos, a las que nosotros hemos sido absolutamente ajenos.
Sentimos que se hayan dado tales circunstancias y que finalmente la suma de ellas nos lleve a este desenlace infeliz.