PRIMERA RESPUESTA A JULIO CARMONA
Acabo de leer con mucha atención la breve nota de de Julio César Carmona. Primero quisiera recordarle que lo verosímil en la ficción no es un elemento fundamental en la obra de los mejores escritores. Lo verosímil funciona como la antítesis de los temas que trabajaba Victor Hugo o Balzac, por ejemplo. Vargas LLosa cristaliza en sus novelas lo que ningún otro escritor latinoamericano, incluyendo a García Márquez, ha podido conseguir. A la obra de MVLL hay que leerla en su conjunto, no por separado, y cada novela suya tiene artefactos que fusionan magistralmente los temas y sobre todo, su excepcional manera del control del lenguaje. MVLL tiene varias novelas magistrales. Mientras tanto, Rulfo por ejemplo al igual que GGM tienen solo una novela destacable. JC dice: «cuando se sabe que la «z» se cambia por «c», debiendo decir: zoncito; y que, por otro lado, se refiera al personaje Salomón Toledano indicando que se había graduado en filologías románica y germánica, y que a renglón seguido diga de él que «No era un hombre de muchas lecturas, ni demasiado interesado en la cultura» (p. 148): ¿cómo puede haberse graduado en filología una persona que no tiene lecturas ni se interesa en la cultura? Es poco verosímil, por decir lo menos. Pero lo más grave de esta novela es que tiene el demérito de la falta de originalidad puesto que trata el tema del «amor eterno», ya trabajado -magistralmente- por Gabriel García Márquez en El amor en los tiempos del cólera. Frente a esta pirámide, el intento de MV se presenta como un castillo de arena en la playa limeña de
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